
La vibración – Lo que tu alma emite antes de que digas una palabra
¿Te ha pasado alguna vez?
Alguien entra en una habitación y, sin decir nada, su presencia se siente incomoda… o tranquiliza.
Como si su sola energía ya lo dijera todo, incluso antes de hablar.
Pero, ¿qué es exactamente esa famosa “vibración” de la que tanto se habla en el desarrollo personal y espiritual?
¿Es solo un tema de “buenas ondas”? ¿Un concepto amplio reservado a personas místicas?
Para nada.
Tu vibración es tu huella energética.
Es lo que emites.
Es lo que los demás perciben, consciente o inconscientemente.
Y es lo que el Universo lee para decidir qué deja en tu camino.
Y a diferencia de lo que se suele pensar, tu vibración no es algo fijo ni estático.
Es una mezcla viva, un cóctel sutil compuesto por:
- tus pensamientos (conscientes e inconscientes)
- tus emociones (presentes y heredadas)
- tu memoria celular
- tu nivel de energía o agotamiento
- tu entorno
- tus elecciones de vida
- y hasta… lo que no te atreves a decir.
Tu vibración habla antes que tú
Es como una tarjeta de presentación invisible que entregas a cada instante.
Y créeme: aunque sonrías, aunque “todo parezca estar bien”…
si tu vibración transmite “no valgo”, “me siento sola”, “estoy enojada” — eso es lo que el mundo percibe.
Por eso a veces “no conectas” con alguien y no sabes por qué.
No es un juicio. Es un mensaje energético que tu sistema capta, sin que pase por la mente lógica.
Y también por eso puedes sentir bloqueos en tu vida, aunque estés haciendo todo “correctamente”:
lo que estás vibrando por defecto, muchas veces de forma inconsciente, puede ser lo contrario de lo que deseas conscientemente.
A mí me pasó.
Hubo momentos en los que todo parecía fluir en la superficie: había interés, movimiento, propuestas…
Pero ciertas cosas importantes —como proyectos, pagos o acuerdos— no terminaban de concretarse.
Sentía que estaba lista. Pero una parte más profunda seguía vibrando desde la espera, el “tengo que merecerlo”, o el miedo a no recibir.
Cuando tomé conciencia de eso —sin juzgarme—, algo se reordenó dentro.
Y ahí entendí que nuestra vibración puede hablar por nosotras, incluso cuando todo parece estar en orden afuera.
Lo que contiene tu vibración (y lo que puedes transformar)
Tu vibración está compuesta por distintas capas, algunas conscientes… y otras no tanto.
Aquí te comparto las más importantes, y sobre todo, aquellas en las que puedes empezar a actuar con suavidad y conciencia :
1. Tus pensamientos
Son como el fondo decorativo de tu mundo interior.
Si tu diálogo mental es negativo, ansioso o autocrítico, eso se impregna en tu energía.
2. Tu higiene de vida
Tu cuerpo es tu templo.
Dormir mal, comer en automático o no moverte lo suficiente afectan tu campo vibratorio, aunque tengas buenas intenciones.
3. Tu entorno
Las personas que te rodean, los espacios que habitas, los sonidos e imágenes que consumes… todo deja una huella en tu vibración.
4. Tu alineación
¿Estás en un lugar que honra quién eres?
¿O te estás adaptando constantemente para agradar, evitar conflictos o cumplir expectativas?
La falta de coherencia interna baja la vibración. La autenticidad la eleva.
5. Y sobre todo… tu memoria celular
Porque sí, tu vibración actual también está influenciada por tu pasado…
y por el pasado de tu linaje.
Las memorias transgeneracionales: vibraciones que no son tuyas… pero que aún cargas
Imagina que ciertas emociones no resueltas de tus ancestros siguen flotando en tu campo energético.
Como ecos antiguos que todavía buscan una salida.
Es como si vivieras en una casa hermosa…
pero con algunas habitaciones cerradas, llenas de tristeza, rabia o miedo heredado.
Y aunque ventiles, limpies y pongas flores frescas cada día,
esas memorias siguen pesando.
Emitimos su frecuencia sin darnos cuenta.
Y eso puede frenar tu expansión, repetir patrones, dañar tus vínculos o bloquear la abundancia… aunque estés lista para recibir.
Estas memorias no son tuyas.
Pero las vibras hasta que las haces conscientes.
Y cuando eso ocurre, la energía comienza a moverse.
Volver a tu vibración natural
Tu verdadera vibración no es el miedo, ni la urgencia, ni la supervivencia.
Tu verdadera vibración es esa frecuencia suave, sabia, radiante que nace cuando estás en conexión contigo misma.
Pero para volver a ella, no necesitas forzarte a “pensar positivo”.
Lo que necesitas es hacer espacio.
Respirar.
Soltar lo que no eres.
Y empezar a nutrir tu campo energético con lo que realmente te sostiene.
Tu vibración cambia cuando te das permiso de ser tú,
sin filtros, sin exigencias, sin pretender ser otra.
¿Y si empezaras hoy?
Tómate un momento. Cierra los ojos.
Hazte estas preguntas con honestidad y sin juicio:
- ¿Me siento liviana o cargada?
- ¿Estoy vibrando desde el amor o desde el miedo?
- ¿Mi energía es mía… o estoy cargando algo que no me pertenece?
🌬️ Tu vibración no es un destino fijo. Es una frecuencia viva, que puedes ajustar con pequeños gestos diarios… y con ayuda amorosa si lo necesitas.
Herramientas para ayudarte a elevar tu vibración
Porque a veces, necesitamos un empujoncito energético o una guía externa para despejar lo que solas no vemos.
Aquí te comparto algunas herramientas que he creado para ti:
💫 E-books simples y poderosos para explorar tus miedos, tus patrones y tus raíces
💫 Terapias energéticas para liberar profundamente las huellas invisibles que aún llevas
💫 Sesiones de acompañamiento transgeneracional para liberarte de lo que no te pertenece
💫 Y sesiones de coaching en Diseño Humano para aprender a vivir plenamente en tu energía natural
No estás sola.
No necesitas entenderlo todo para empezar.
Hoy puedes simplemente decidir cambiar suavemente tu frecuencia.
Y dejar que tu vibración natural haga el resto.
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